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reflexiónes desde las cloacas

Tania Ortiz

Viva Chile, mierda!

Viva Chile, mierda!

(Visita también: Tania Ortiz)


Una historia reál del Chile moderno del siglo XXI

6:00 am. Llueve endemoniadamente y me cuesta mucho levantar los congelados musculillos que se sostienen de mis escualidos huesos. Porque de grasa ya no queda nada!
Me preparo un rapidisimo desayuno. El infaltable tecito, para luego y de inmediato darme una fugaz ducha. Y esto no por falta de tiempo, sino porque sé, que cada gota de agua que escurre por mi piel, y que "generosamente" més a més alguna empresa privada me facilita a cambio del 10 ó hasta el 15% de mi salario inexistente, y que sin embargo - y sin ninguna excusa - debo cancelar sagradamente. Pero en fin; eso del cuento laboral y la cesantia, es un chiste de proporciones!

El motivo de mi despertar madrugador es ir a los Tribunales de Familia, a solicitar una demanda por pensión alimenticia. Porque después de más de un año de enredos y desenredos legales y judiciales, alguien me aconsejó que fuese a ese lugar a exigir mis "derechos". Hace ya más de dos méses entonces, acudí a las oficinas más próximas de dicho tribunal.
En esa ocasión y luego de esperar casi dos horas, (tiempo promedio por más insignificante que sea un trámite, en cualquier oficina de gobierno) soy atendida por el Burócrata Número Uno quién me explica que es un proceso muy fácil y que no es necesario el patrocinio de algún abogado para comenzar a gestinarlo (falso!).

Al cabo de otra media hora más de espera, me conducen a otra oficina, en donde soy atendida por el Burócrata Número Dos, que luego de comprobar que el demandado vive en otra ciudad, rechaza mi solicitud con el extraño e irracional argumento de que la demanda debia presentárse en el lugar del domicilio del demandado! Lo cual, por otro lado, significa también que la parte afectada – es decir, yo cesante – debo tener los recursos económicos necesarios para trasladarme de ciudad en ciudad, cada vez que la “justicia” lo considere necesario. Situación insostenible.

Tras rogar y rogar que, por favor! tomaran la demanda en mi lugar de residencia, y luego de esperar otra hora más, me hacen pasar a una tercera oficina en donde soy atendida por el Buócrata Número Tres que sin decir ni agua va, me toma la declaración correspondiente para iniciar la demanda. Y un més mas tarde compruebo con impotencia, que no sirvió de nada.

Porque en aquella ocasión, ninguno de los tres burócratas que me entrevistaron me explicaron exactamente lo que tenia que hacer. Más claro; se dieron el tiempo suficiente para explicarme lo que NO debia hacer, pero ninguno se tomó el mismo tiempo, para decirme lo que SI debia hacer. Es decir, orientarme y decirme que tal o cual documento debia adjuntar a la demanda, para que todo funcionase sin problemas. Mas nadie dijo absolutamente nada a ese respecto! Si lo hubiesen hecho, seguramente que todos nos habriamos ahorrado varios litros de saliva, un montón de tiempo, uno que otro kilo de papel, tinta derrochada, más algunos valiosos minutos del juez que vio la causa, y que en lugar de perder el tiempo en leer una demanda que estaba mal redactada y con documentos inexistentes, lo pudo haber invertido en alguna causa más urgente. Todo eso sin contar mi tiempo perdido, dinero gastado en locomoción, angustias, falsas esperanzas, y una enorme desilusión al ver el resultado desfavorable de mi demanda.

Pero mi porfia pudo más. Y tras preguntar, preguntar y preguntar, un abogado de buena voluntad - pero que obviamente no tomaria mi caso por mi carencia de recursos económicos - se tomó el tiempo para explicarme los pasos a seguir.
Y ya con la opinión de un profesional que en algo logró aclarar mis dudas, la conclusión fue una sola: necesito un abogado! Porque a pesar que el gobierno asegura que para ciertos trámites, como este por ejemplo, no es necesaria la participación de un abogado, en la practica, no es asi. Y decidi entonces recurrir a la asistencia judicial, motivo por el cual, hoy me levanté de madrugada.

La oficina de la Corporación de Asistencia Judicial, abre sus puertas a las 08:00 am pero las personas que requieren sus servicios, estan ya desde las 07:00 de la mañana esperando al sol, frio, lluvia o viento, paradas sobre la vereda que sostiene sus esperanzas, esperando lograr entrar a la oficina para una vez alli, intentar salvar el primer obstáculo que se les pone por delante: conseguir un número de atención!

Son las 08:30 de la mañana, y todos apretujados en una pequeña sala de espera, comienzan a recibir papeles numerados de distintos colores, según sean los requerimientos. Un color para los trámites de familia, otro para los de violencia, etc. Me pregunto cuando comenzaran a repartir papelitos contra la incompetencia administrativa, y de qué color serán? en tal caso.
La primera sorpresa con que me encuentro, es que reparten solamente doce números para Asuntos de Familia, por lo cual muchos de los que alli estaban esperando desde las 07:00 de la mañana bajo lluvia torrencial, quedaron sin otra explicación que la ausencia de un papelito colorido y numerado en sus manos, sin hora para aquella mañana. La unica alternativa para esos infortunados es entonces, volver a repetir ese ritual pagáno-burocrático una y mil veces más, con la esperanza de que en un futuro incierto lograrán el tan anhelado número de atención.

Observo impotente el melodrama patético que se desarrolla a mi alrededor y mientras asignan números para otros asuntos legales, y ya acabada nuevamente esa numeración, oigo la voz de una mujer que estaba sentada en una esquina, decir muy sumisa y casi atemorizada "Señorita...yo llegué antes del señor al cual usted le entregó el último número". La mujer de los números le responde agria que, “y por que no dijo antes?!Yo no soy adivina! Ya no quedan números! Vuelva otro dia!" Y la mujer se fue cabizbaja y sin agregar nada. Qué más podria haber dicho...?

Pero no fui testigo mudo de solo ese acto de implementación del poder que burócratas estatales frustrádos y mal pagádos, utilizan contra el pueblo pobre, avasalládo y triste.
Otra mujer de apariencia campesina, se acercó a esa extraña funcionaria de los números para explicarle que ese lluvioso día de invierno en el cono sur, era su única posibilidad de poder acudir a esa oficina. Que le habia costado mucho que sus patrones le dieran la mañana libre. Que se habia retrasado por la lluvia. La funcionaria de los números haciendo caso omiso a sus plegarias, hace un gesto teatral y elevando su voz por sobre las cabezas de los mortáles que alli habian llegado en busca de ayuda, pregunta muy segura de si misma “¿Quién tiene el número uno?” Una timida señora responde, yo. “¿Desde qué hora está usted aqui?” le pregunta la burócrata de marras. “Desde las siete de la mañana”, responde la mujer algo avergonzada por tener que hablar ante gente desconocida.

La funcionaria de los números dirige su monólogo hacia la afligida mujer que llegó atrasada, y con la arrogancia del perdedor arribista, le dice "si ella pudo llegar a hacer la cola a esa hora ¿por que usted no? Lo siento, pero no hay mas numeros!”
Cerca de las 09:30 llegó por fin mi turno! y luego de explicar a grandes rasgos mi situación, el Burócrata Número Cuatro se limitó a entregarme un pequeño papelito (otro más… ) con los documentos que deberia presentar, para una vez con ellos en mano, volver a hacer el mismo largo trámite y de esa manera, iniciar por fin una demanda que estoy tratando de hacer hace más de un més! Y tanto esperar, para nada.

Salí de aquella oficina con una gran sonrisa en mi cara. La gente que aún esperaba su turno no entendió mi reacción, o pensaron tal vez, que habia tenido más suerte que la de un mendigo callejero sin pan para comer.
Miré a la ultima mujer en esa lista de espera y le dije “esto es un chiste!” ”Un gran chiste!”. La mujer, y muchos de los alli presentes me miraron con sus miradas vacias, y moviendo timidamente sus cabezas, aprobaron mi comentario.

Mi espontánea pregunta a todos esos burócratas alienados es, porqué no ponen el mismo papelito que tardé horas en conseguir durante toda una mañana perdida, en algún lugar visible de esa oficina, en donde se informe al público, que para tal trámite particular se necesitan tales o cuales documentos. O cuando te dan el número con su colorcillo específico, porqué entonces en ese preciso instánte, no te entregan el mismo papelito que tardarán horas en hacertelo llegar. Es insólito e incomprensible!

Pareciera que el personal que alli “trabaja” no tiene más de un dedo de frente, como para darse cuenta que todas esas colas y horas de espera, son totalmente innecesarias, y que solo contribuyen a entorpecer y colapsar el sistema.
Viva chile, mierda! Este es mi país! Gracias, pero no lo quiero! Lo regalo! Lo quieres tú!?

Tania Ortiz

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Reencuentro inesperado

Reencuentro inesperado

Cuadro de Tania Ortiz Zuñiga

Y llegó el día en que mis sueños camuflados en amigos leves, me pasaron a buscar para viajar. Y si esa era una manera de romper la monotonia de mi vida, mas también la soledad que la envuelve asi como las sombras de mi cuerpo reflejadas en el azfalto de las calles que piso, envuelven mis pasos por donde quiera que yo vaya, pues porqué no? pensé. Y comencé de inmediato a empacar todo lo necesario para sobrevivir cualquier sorpresa.    

Al arreglar mi mochila - la misma que me acompañó por tierras lejánas del norte europeo - que ahora me llevaría de vuelta a la tierra que me vio nacer, sentí que tal vez un reencuentro con mi pasado desconocido, era el ultimo peldaño que me faltaba por trepar, para poner la postrera pieza en el rompecabezas de mi existir.   

Y asi equipada, recorrí caminos de tierra reseca por el tiempo con mis pensamientos concentrados en la aventura que el destino me ofrecia de manera inesperada. Lo cual me ayudó a disfrutar un nuevo viaje de recorridos ancentrales que tal vez, habia caminado en epocas pasadas.   

La naturaleza que me rodea ayuda también a apartar mis pensamientos, de otra cosa que no sea el regocijo de mis ojos al ver los paisajes por los cuales transito de manera fugaz. Y a lo lejos, pero muy cerca a mi, la Cordillera surge desde el horizonte cada vez más imponente e inhóspito, pero también invertido: en mi realidad, si miro al norte la Cordillera está siempre a mi derecha, pero si miro al sur está a mi izquierda. Asi ha sido desde que yo tengo memoria! Hasta que la otra cara de esa enorme y arrugada cara montañosa, me enseñó su otra mejilla. Las fronteras nacionales no las creó ella, asi como tampoco las contradicciones y diferencias que esas podrian ocasionar.  

Y luego de subir, subir y subir por un camino que bordeaba los cerros y también el Universo, apareció ante mis ojos la majestuosa presencia del Lago Maule y sus maravillosas aguas claras, tranquilas y enormes cuyas dimensiones son tan infinitas, que a veces su principio se confunde con su fin. El intenso verde obscuro de su superfice mojada me hizo pensar que a lo mejor son los bosques milenarios y submarinos los que le dan su color, porque a pesar de tanta agua dulce, ni un solo árbol lo rodeaba. Ni una sola ave transitaba por su cielo, ni un solo animal se distinguia en su dimensión. Solo yo, con mis sentidos concentrados en esa magnífica obra de arte que la Naturaleza me estaba ofreciendo y que no queria interrumpir.  

Y pienso con algo de egoismo tal vez, que me bastó con solo ver lo espléndido de ese espectáculo inigualable para calificar mi viaje de exitóso. De experimentar algo exótico que llenó mi alma de una paz intensa y reconfortante. A lo mejor toda la solución a mis problemas existenciales está en viajar y viajar, pienso. Y además siempre a lo desconocido, para recibir con mis brazos abiertos todos los misterios que me ofrezcan las vivencias imprevistas.  

Pehuencue. Frontera imaginaria entre Chile y Argentina cuyo único simbolo de separación entre dos naciones hermanas es una pequeña estatua cuyos contornos no se logran definir, ya sea por el paso del tiempo, o por el olvido de que somos países emparentados por un mismo pasado. Eso, y un verde letrero que indicaba a mi ser errante que alli estaba yo, entre mi nacimiento y la fragilidad de mi vida actual.  

Y si mi presencia en esos lares me estaba conmoviendo, a poco andar y ya en territorio argentino, y por el mismo camino rural por el cual seguramente han transitado miles de almas para mi desconocidas, apareció un camino de azfalto construido por manos de trabajadores pobres que indicaban que la localidad de Malargue estaba a la izquierda, y Neuquén hacia la derecha. 

Para mi Neuquén es tan desconocido como Malargue. Pero según consta en mi acta de nacimiento, yo nací  el 10 de Diciembre de 1973, en el hospital de Neuquén, Argentina.

Y yo lo veia y no lo creia. Nunca pensé que estaria cara a cara con mi lugar de nacimiento de manera tan inesperada, sin más escenario de fondo que lo que me permitió la improvisación de sentimientos confusos, y mis intentos por recordar mi temprano paso por esas tierras. Y aquel letrero hizo que un escalofrio me recorriera por completo, paralizando mi voluntad de discernir en medio de la nada! Y del silencio! Y del sol! Y de las nubes! Y de los mares de todo el mundo! 

Un trueno interrumpió el flujo de mis pensamientos, y a lo lejos una  tormenta se preparaba para darme la bienvenida. Pero la sensación de estar pisando terreno que a lo mejor era parte de mi historia personal, hizo que todo mi pasado se concentrace en mi presencia ahi. Aqui estoy yo! grité al aire cálido de un día veraniego argentino e intenté plasmar mi pasado,  mi presente y mi futuro, con el paso de mi presencia por el lugar donde naci.  

 

Sali de mi cáscara de ser terréstre, tomé mi cámara digital para camuflar mis interrogántes con el resto del medio que me rodeaba, me puse debajo del letrero que marcaba el comienzo de una infancia sin padres, y fue como si el Tiempo se hubiese metido en una máquina de contar años. O como si un artefacto de contar tiempos pasados, aceptase la presencia de mi cámara digital sin pedir pago por servicios prestados.

Porque de pronto y sin haberlo concebido, constató alguien que a un lado de la frontera de mi historia, se encuentra parte de un pasado que ya nadie recuerda, mientras que al otro estoy yo y mi presente Y mucho más lejos, el futuro.

Mi futuro. Un camino que no recuerdo haber recorrido, y mil preguntas pasaron en ese segundo por mi mente.  

Habré pasado justo al lado de ese letrero 34 años atras? cuando yo era recién nacida y confiaba mi presencia en las manos de mis padres? Dudo que alguien pueda responder esa interrogánte pues su respuesta está demasiado perdida en los devenires de la vida.

 

Y continué mi viaje con la esperanza de llegar a alguna meta, aunque sabia de antemano, que eso no podria ser. Porque si supiera donde está mi objetivo, ya lo habria logrado.

Y de pronto el paisaje lleno de cerros, cerros y más cerros que constituian el trasfondo de una nueva experiencia terrenal en mi vida, comenzó a transformarse en extensa e interminable pampa, que me asombro!

Porque si hubiese sabido que salias a cazar liebres pampinas en las tibias noches del verano argentino, con escopeta española en tus manos, a lo mejor habria exigido estar a tu lado, para acompañarte en esas aventuras de safari escuálido y sin razón de ser. Y a lo mejor mi presente podria haber entonces reconocido algun olor, alguna muestra de mi paso por alli, que me ayudase a sentir nostálgia. Pero yo era tan  pequeña y no sabia hablar. Y nada de mi paso por el país de los che, quedó grabado en mi memoria. Y a pesar de eso, durante muchos años mi pasaporte fue argentino, y mi nacionalidad la de ese país transandino.

Cuentos que mis abuelas y tías tal vez inventaron, y que a lo mejor nunca fueron verdad absoluta.

Texto configurado por Tania Ortiz Zuñiga y Guillermo Ortiz Venegas


Cartas al autor


Soledad de Año Nuevo

Soledad de Año Nuevo

  

(Cuadro de Tania Ortiz)

Y  bien, por fin acabó un año lleno de conflictos y muy atípico.

Volvi a la soledad de mi casa, a cambiar el corto y ligero vestido por algo más adecuado y cómodo para la ocasión. Puse en mi mochila una botella de cerveza, unos cuantos cigarros, tres paquetes de papas fritas, un encendedor, la cámara fotográfica, la reliquia de celular que conseguí, un vaso....y un rollo de papel higénico. Tenia la certeza de que lo iba a necesitar!

  

Y asi, con mi pequeño arsenal, inicie mi nocturna caminata hacia lo desconocido, ya que hasta la noche de ayer, la última noche del año viejo, jamás habia puesto un pie en ese lugar. No sabia donde quedaba, ni como llegar. Sólo un buen dato...¡¡queda lejos!!  Cuidate! dijo alguna voz en mis oidos. Hay que temerle a los vivos, y no a los muertos, le respondi y sali rumbo al cementerio.

   

Luego de alrededor de 50 minutos, con mi inseparable mochila negra al hombro, comencé a preguntar a las familias que por alli  pasaban y asi, caminando y preguntando, llegué por fin a mi destino. Ya era casi medianoche y todo  estaba lleno de vida, música, vehiculos, gente a montónes. Y yo, cuyo unico propósito era matar esa noche! Y en ese momento comencé a entender mis insólitos deseos de pasar estos ultimos minutos en tal particular locación.

  

Estaba asisitiendo a un funeral! Al funeral del maldito año que ya estaba quedando atrás y tuve frente a mis ojos el umbral que divide el mundo de los vivos de los no vivos, que no dude en cruzar. Y apenas transpasé esos limites... comencé a llorar!

  

Mas todavia no sé bien porqué. A lo mejor fueron la paz y tranquilidad que ese pedazo de tierra me entregó en ese momento, y que hacia ya tiempo no sentia, provocando esa instantánea reacción en mi. Y continué caminando, esta vez en compañia de familias completas, con bebés y coches incluidos, que parecian buscar a alguien ya inexistente y perdido entre las cruces, flores, monumentos y velas que ornamentaban el recinto. Y yo, yo tampoco tenia nadie a quien encontrar alli!

  

Y me vi sola entre los vivos, y tambien entre los muertos. Y continué mi llanto, mientras buscaba alguna tumba obscura, tranquila y abandonada donde descansar. Poco demore en conseguirlo.Era la tumba de una familia Sánchez Vergara, y no sin antes"pedirles permiso para hacerles compañia"(ritual que crei merecian por el respeto a sus vidas ya extintas, aun cuando los muertos, muertos son!), tome posición en el lugar, saqué la botella, el vaso, las papas, y sin detener mis llantos, me puse a fumar.

  

A pocos metros de mi, una familia hacia lo suyo. Felices, alborotados pero respetuosos,  esperaban con alegría el minuto 0. De fondo se podia escuchar la cuenta regresiva que por parlantes emanaba desde los faldeos del balneario Río Claro, lugar donde cada año se lanzan fuegos de artificio, y recinto tipico y popular para esperar este evento, y que solo es separado del cementerio por un limite bordeado de grandes arboles. Conque creo que a pesar de todo, habia encontrado una buena ubicación, para contemplar el espectaculo, que poco o nada me interesaba observar.

  3… 2... 1… Feliz año nuevo!!!! alcancé a oir antes de continuar llorando esta vez con mayor intensidad que antes.

La canción nacional se escuchaba de fondo, gritos de alegria reventaban fuertes por todo mi alrededor, la sirena de bomberos, que no hizo otra cosa por su sonido bastante similar, más  que recordarme las alarmas que cada primer lunes, o domingo? de cada més se escuchan en Suecia.

  Abrazos, abrazos y más abrazos! Y la oscuridad de esta cálida noche, de pronto se iluminó  con los fuegos de artificio, y luego de algunos segundos se dejó sentir en toda la ciudad, el estremecedor estallido de los fuegos voladores que lentamente comenzaban a caer.

Y asi una y otra vez durante media hora, y entre champañazos, luces, más abrazos, y aves que poco entendian de celebraciones, y que con tanto aparataje se vieron obligadas a abandonar el luga, me encontraba yo, junto  a aquella funebre y desconocida compañia. Y brindé por él o por ella, nunca lo supe. Feliz cumpleaños madre tierra! y aquella noche, y entremedio de tanta gente, nadie me logró escuchar, y tampoco hubo nadie a quien abrazar.

  

La soledad y el abandono se hicieron presente con toda su frialdad, y continue llorando mientras acercaba el vaso a mi boca. Y creo que unas cuantas lágrimas cayeron en la cerveza, haciendo de aquel trago el más amargo de mi vida. Y lloré, llore como un bebé. Desconsolada, desamparada, decepcionada... Aquella noche fue solo mia, y fui derramando lentamente y gota a gota, todas mis agonizantes angustias, y los recorde a todos! Como en una fuga de sinopsis de algun añejo guión ya perdido por los años.

 

 

 

Y llegó el primer gran brindis!!! que fue por todos los que algun día se cruzaron por mi camino. Los que fueron, que hoy ya no lo son y que no lo volveran a ser jamás. Luego de un sollozante respiro, brindé por segunda vez. Esta vez por todos los que son, pero que no estan. Por mis niños, y por aquellos tristes e indisolubles lazos genéticos que me unen a ciertas personas, y que creo reciben el  nombre de "familiares".

  

Y luego, el tercero, el más profundo, que llegó luego de alzar mi vista al luminoso y limpio cielo. Por esos seres que existen, pero que tampoco estan, y prounciando tu nombre volvi a llorar. Y asi lo hice por casi una hora, y durante ese tiempo, ni un solo buen deseo logre oir despacito en mi oido. Tampoco el tuyo.

  

Minutos mas tarde, y tratando de controlar mis insistentes lágrimas, tuve respuesta de porqué  elegí ese insolito lugar. Y tuve muchas otras alternativas pero todas estaban relacionadas a celebrar bailando y bebiendo. Y qué tenia que celebrar yo????? Nada! Absolutamente nada!!! Solo queria matar rapidamente y sin piedad, las horas ya pasadas, dejandolas profundamente enterradas en aquel lugar.

Hoy, y luego de despertar como siempre a las 7:00 am, y despues de terminado el aseo y mi almuerzo, me dispuse a comprar mi primer cigarro y no encontre nada abierto. Eran recien las 10:00 de la mañana y que culpa tiene el resto del mundo de mi madrugador despertar  pensé, y regresé a casa con las manos vacias, pero extrañamente feliz y tranquila. Hacia ya tanto tiempo que no me sentia asi, que hasta me parecio anormal.

Tal vez era eso lo que necesitaba… llorar, llorar y llorar!

Tania Ortiz
 

1 de enero del 2008 


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Pensamientos desde el silencio

Pensamientos desde el silencio

 

Nuevamente cae implacable el atardecer, y con el, el sofocante calor. Y el silencio, que aunque no es tan callado como el de Salem, en Mosshagestigen, ni el de Estocolmo, de  vehiculos y transeúntes silentes, es lo unico que escucho... silencio!

 

Y cae la tarde, y yo continúo sin pronunciar palabra alguna, y cuando la noche espanta mi sueño, vuelvo a mi realidad y advierto la soledad. No hay nadie en la otra habitacion, ni tampoco en mi cama de sábanas semiplanchadas por falta de compañia.

 

 

 

Nadie a quien observar, criticar, corregir. Nadie con quien llorar, reir, discutir, o simplemente amar. Y que más queda por hacer, al final de otro absurdo dia? Sino fumar unos cuantos cigarrillos, beber una helada cerveza de cuando en cuando, o en el mejor de los casos, entretenerme contemplando el afiche negro-amarillo que pegué en la entrada de mi desganada habitación, y en el que se puede leer Cuidado, el machismo mata! para de ese modo callar el estremecedor silencio de mis pensamientos!

 

Mas pronto todo llegará a su fin, para bien o para mal...

 

Tania Ortiz


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Cumpleaños desde la distancia

Cumpleaños desde la distancia

Un diez de Diciembre del año 1973, nació en Neuquén, Argentina, mi hija Tania Loreta. Dió luz a su vida en un país que si bien es vecino, no era el suyo ni el mio tampoco. Nuestra vida en común alli fue escaza, pues ganarse el pan de cada día era lo fundamental. Las hice de manzanero en los fundos de los grandes latifundistas argentinos y chilenos, intenté ser mecánico en un garage de autos en reparación, fabriqué adobes de tierra pampina con la espalda al sol y los dedos endurecidos por la greda de la madre tierra que a lo mejor se queria vengar de la violación a la que es sometida a diario por el ”ser humano”, y después de cada jornada de trabajo, me tiraba un rio que por ahi pasaba, para ablandar mi cuerpo y dejarlo flotar entre corrientes de masájes naturales, para poder soportar el día siguiente.

 

Y el diez de Diciembre de 1973, año de la muerte en Chile y tamben de mis esperanzas de ser tu padre, y en medio de una tormenta pampina argentina, que nos llenó de alacranes y otros bichos desconocidos, decidistes que era tu hora de aparecer al mundo. Y lo hicistes con gritos y chillidos, tanto de tu madre como mios, que como padre primerizo, aun no sabia como funcionaba eso de como una hija se desprende del cordön umbical desde el utero de una mujer.

  

Hoy día se celebra com pompa y fuegos artificiales, la entrega de los distintos premios Nobeles en la bien pulida casa municipal de Estocolmo. Y todo terminará con una cena de lujo en sus salas de comilonas sin razón, porque asi como millones de mujeres en el mundo, mi hija no tiene nada que celebrar. Salvo un año más o un año menos en su vida, pero un premio Nobel no le da nadie, ni aun por el hecho de ser una mujer conciente de su rol como ser humano es este puto planeta llamado Tierra.

  

Feliz cumpleaños lejána hija! Y no es tu culpa ni la mia, que el Homosaurio haya separado nuestras vidas. Pero desde la distancia, estaremos siempre unidos. Tú y yo.

  

Cartas al autor

Acontecimientos ajénos

Acontecimientos ajénos

Y a mi qué me importa el cambio de hora! me gritó con su voz suave y mis timpanos se estremecieron. Y que importancia tiene que Chávez haya cerrado un canal de televisón en Carácas! agregó furiosa. En qué influye todo eso en mi destino? dijo golpeando con la palma de una de sus manos en su hermosa frente. Que la FIFA haya prohibido los partidos de fútbol a más de 2500 metros de altura. Qué me importa a mi! a menos que hubiese sido altura boliviana, claro… Hace mal tiempo, dije para intentar cambiar de tema, pero atacó de nuevo. El tiempo? Y qué mierda me acontece a mi que Argentina corte el suministro de gas de cañeria a Chile por 48 horas, si lo único que logra abrigarme, es el recuerdo vivo de su vida en mi vida. Callé sin saber que decir, levanté una copa seca ya sin vino, y depositándola en la eterna mesa de la cocina de una familia extinguida hace varios siglos, pensé que a pesar de todas las maldiciones que puedan llover sobre nuestras cabezas, la vida continua igual que ayer. Y si Chávez hace lo que quiere, y Miss Suecia decide renunciar, de qué sirve todo eso? me pregunto, si yo aun sigo sin poder decidir sobre mi propia libertad.

strong>Tania Ortiz


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Sentimientos ermitaños

Sentimientos ermitaños

Si llueve en Washington se abren los paraguas en Estocolmo. Y si el pasado me persigue, llora mi alma también. Plaf, plaf, plaf! suenan los pasos encuclillados que se mueven en el escenario oscuro al cual estoy invitado y quiero aplaudir, pero mis manos estan enfrascadas en amasar mi devenir y no hago nada. Pero si llueve en un barrio de Estocolmo nadie llora en Washington.Y mis hijos bailan, digo. Y los mios también! dices y añoro el dia en que te volveré a ver.

Desde que aparecistes no leo ni el periódico, se me ocurre decir desde mi teclado desdentádo. Oh! respondes suspirando aires transandinos, y sin consultarle la razón a nadie nos fuimos al Museo de Arte Moderno y te vi feliz, sentáda en tu silla de cartón. Y vimos una pelicula que ni tú ni yo entendió mientras jugueteabas con tus dedos con la presencia de algo real. También dejé de comer huevos, dijo mi iguana. Comer huévos? respondió el eco de otro eco y olvidastes tu presente. Si. De esos que ponen las gallinas cuando meditan cual beduinos a la sombra de dromedarios sin joroba, dijistes y te fuiste a lavar el pelo.

Las malas lenguas dicen que la santa salió por la puerta grande, se recogió el pelo en un moño para abajo, le guiñó el ojo a un gato encolerado, se arregló la tunica arrugada, aspiró un detalle de su vida, soltó unas lagrimas de adiós y se fue a los cielos vestida de avión. 

 A mi alrededor todas las puertas estan cerradas y yo converso contigo sin espantar fantásmas. Y no hay nada que sea más agradáble que tu presencia en mi vida.    

Cartas al autor