Perentoria
Perentoria, la memoria se revela,
mano abierta a los días y a los años,
que el caudal de sonrisas se extravierta,
en lo humano de la vida y la poesía,
Y no hay lenguas y no hay ríos que la paren,
se escabuye en el amor y las trastiendas,
y se esconde en la nostagia de los mares.
De la mano de los niños se desprende,
se desprenden y comprenden los fonemas,
la poesía sin idioma, esperantista,
es caudal de los hombres sin fronteras.
Arde el sol en estas latitudes,
mañana vendrán las nubes pasajeras,
horizontes, naufragando en la distancias,
que se dejan crecer, hacia la espera.
El hombre es un paisaje con zapatos,
deambula con las jirafas africanas,
se sienta en la sombra de los ombués de la pampa,
se contagia de frío en el alto Himalaya,
se esconde en los antiguos mitos,
siempre en busca de las cumbres altas.
Me acuerdo de tí, cuando era niño
cuando llevaron tu cajón, de tiempo ido
siempre me quede pensando en ese olvido,
en esa continuidad, de las palabras.
Siguen volando las mariposas,
revoloteando en mis ideas raras,
donde sesenta años no son nada
y tus alas siguen viviendo en mis ansias.
Nada fue, ni será, sin haber sido,
nacidos como pastos de la pampas,
nos quedamos pensando en el vacío,
la imaginación, la libertad y el canto,
la luz nueva de todas las mañanas,
el camino de piedras, de idas y regresos
las estrellas que acompañan ese mundo y sus andanzas.
No sabia del mar, del mar abierto
un día vi tus ojos detrás de la ventana,
la libertad del verde de tus ansias,
el gris de tus nostalgias,
la espera incontenida, que cada uno tiene
el vibrar de tus dedos, en el cristal de fuego
donde la gota de agua, su muerte zigzagueante,
yaciendo junto al agua, río de vida
antes y depués de tu ventana.
La poesía, es vida incontenida
la fuerza, el jazmín y la meceta
el juego de los niños y sus búsquedas
de repetir mil veces el objeto,
la arena de la playa y el castillo,
donde los niños esconden sus secretos.
La fantasia de las cosas,
las cosas de la fantasia,
la gramática y los contenidos,
el animísmo trascendente,
el camino de piedra y la gota de agua
que hará la poesía del mañana.
Héctor Díaz.
25.11.2010
Comentarios (Visita también:
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