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reflexiónes desde las cloacas

Frustración e indiferencia. Resultados de una misma política

Frustración e indiferencia. Resultados de una misma política

(Visita también: Reflexiones desde las cloacas)

El racismo y la discriminación estructural e institucional existente en Suecia, está ahogando a una gran parte de la juventud de orígen extranjero. La situación en los ghettos de Estocolmo y en otras grandes ciudades de Suecia, se hace cada vez más insostenible.
La deplorable calidad de la educación, la cesantia crónica, la apatía de los adultos y la frustración de sus hijos ante una vida sin un futuro claro, sumado a la indiferencia de las autoridades estatales y municipales ante este fenómeno, está obligando a una parte de la juventud que vive en esos lugares a tomar medidas desesperádas. Del mismo tipo que las que está obligada a tomar la población palestina de Gaza, asfixiada por el bloquéo israelí.
Quema de escuelas y autos, levantamiento de barricadas y confrontaciones violentas y masivas con la policia, son ya pan de cada día. Y si la clase política de este país quisiera abrir los ojos a esta realidad, se daria tal vez cuenta que todo eso no son más que desgarradores gritos de ayuda, que como bramidos de ira transformados en sonidos de sirenas policiales represivas, nacen y mueren sin que nadie los tome en cuenta.

Según datos otorgados por la revista Mundo escolar, (Skolvärden) que investigó la situación de las escuelas básicas en 290 municipios suecos, clasificandolas según la cantidad de dinero que se invierte por alumno, cantidad de profesores por alumno, preparación académica de los profesores, resultado medio obtenido por cada escuela en la Prueba Nacional y el promedio final de notas de los cursos de noveno básico, las diferencias son remarcables. Algunos municipios (los más ricos) invierten hasta 60 000 corónas por alumno, mientras que otros (los de menos recursos económicos) no alcanzan a llegar ni a la mitad de esa cifra. En la provincia de Estocolmo, el municipio que ocupa el último lugar en esta lista es Södertälje, zona que presenta una gran concentración de inmigrantes agrupados en mini ghettos, cuyas escuelas estan compuestas por más de un 90% de alumnos que tienen otro idioma materno en vez del sueco, y uno de las cuáles presenta también el poco célebre récord de mayor cantidad de vehículos incendiados, bajo el amparo de la noche.

Por otro lado, los asaltos a bancos, a vehículos de transporte de dinero, a negocios pequeños y a personas privadas crecen a la par con la violencia, que pareciera ser el unico argumento que existe en y contra los ghettos, en vez de un constructivo diálogo que apunte a soluciones concretas, que satisfagan las necesidades de sus pobladores.
En los ultimos cuatro méses, nueve personas han sido baleadas por distintos motivos, en los suburbios de Estocolmo. La cesantia y la pobreza se extienden cada vez más, sobretodo en esos lugares y también dentro de las familias de inmigrantes. Una sociedad segregada ha hechado sus raíces en Suecia, eso es innegable!
Para qué intentar ser un ciudadano honesto entonces, si el solo hecho de tener un nombre y una apariencia física no sueca hace que los ciudadános foráneos sean tratados de manera discriminada. A propósito de lo mismo; un jóven inmigrante afirmó que ”al márgen de como yo me comporte, siempre me van a culpar a mi de todo lo malo que suceda a mi alrededor. Porqué entonces deberia actuar de manera corrécta? A quién le interésa? Para trabajar en una pizzeria o para conducir un taxi, no se necesitan estudios superiores. Y además, existen también otras formas de ganar dinero.” Y cuáles son esas? podriamos preguntarnos, pero creo que esa respuesta todos la sabemos.

La criminalidad entre la gente jóven crece en forma alarmante, y los delincuentes son cada vez de menor edad, y a menudo son muchachos extranjeros de los suburbios de las grandes ciudades suecas. Y cuál es la única y estoreotipada respuesta ante esta problemática que ofrece la sociedad, indiferentemente de la orientación del gobierno que está en el poder? Más policias en las calles. Cómo si esto fuese la solución mágica a un problema estructural de fondo, que ha comenzado a corroer a la sociedad sueca desde sus cimientos.

Y mientras tanto, los medios de comunicaciones suecos cubren hasta en sus mínimos detalles, los preparativos de las “nupcias reáles” que se llevaran a cabo en el més de Junio de este año, entre la parasitante ”princesa heredera del trono” y una figurilla de poco calibre del mundo empresarial sueco. 14 millónes de corónas han sido ya destinadas a la renovación de la iglesia, en que el parcito de marras jurará su amor eterno ante las cámaras de la televisión estatal, para que no quede duda que ambos saben hablar, y que estan dispuestos además a fornicar en nombre de la realeza, para garantizar la sucesión de la monarquía caradura de este país.

Haití se sigue retorciendo entre sus escombros, y Estados Unidos ordena el envío de diez mil soldádos para… qué?
Este comportamiento no es sin embargo, ni algo nuevo ni mucho menos original, sino que pertenece a la respuesta estándar que ofrece el capitalismo globalizador, cada vez que surge alguna situación conflictiva o de emergencia : ante la creciente pobreza y la segregación en Suecia, la solución seria entonces más policias a las calles para erradicar tales fenómenos. Y ante la terrible catástrofe ocasionada por un desastre natural en Haití, la solución seria entonces reedificar su infraestructura con la presencia de más soldádos yanquis que patrullen sus calles muertas.
Y no puedo dejar de advertir que no se extrañen, si ese pobre país caribeño sigue la misma suerte que Puerto Rico.

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