Vamos a la playa?
A alguien escuché decir que las escalas de Valparaiso te llevan al cielo. A la unica parte que te llevan es al infierno de la miseria, me dice Pelle rascándose la nalga izquierda con la mano derecha. Todo un malabarismo! debo agregar.
Y hoy es Viernes, le digo a la hermosa muchacha que está al frente mio y cuando intento agarrar el beso que me tira, quedo detenido en el aire como dibujo animado de teleserie infantil. Es la mano de la bruja que detiene bruscamente mis sueños de soltero sin razón ni viento a favor. Y mientras mi ingenuidad se destroza en mil pedazos, me pregunto cómo se las arreglará Brad Pitt para salir de situaciones como estas, sin tener que matar a la susodicha.
La diferencia es que Pitt es una fantasia y tú eres la muestra de la cruda realidad que te rodea, me dice Pelle, rascándose ahora la oreja derecha con el dedo meñique derecho. Pero eso lo puedo hacer hasta yo, pienso y me resigno a la condición de apabullado matrimonial que me ofrece la vida por servicios prestados.
Y eso de la patria y los valores nacionales? me pregunta otro cuando le digo que a la entrada de mi casa cuelga una bandera brasileña. La patria es la que te da de comer cuando tu se lo exiges y no cuando ella quiere mantenerte en dieta vitalicia, le digo. Y los valores nacionales son cosas de museos estatales e historiadores sin escrupulos, le agrego y me voy sin remordimientos de conciencia a acariciar el suave vientre de Marisa, a quien encontré en un paradero de buses contemplando a la vida, hija pura de la madre patria, esa que nos parió a todos juntos.
Vaya proeza, digo yo! Porque una vagina de tal tamaño no la desean ni hombres ni mujeres, es mi modesta opinión.
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