Conciencia o resignación
Cuántas veces no hemos leído o escuchado de bocas de exitósos deportistas o estrellas del cine o del rock que el dinero no es todo. O que no lo hago por ganar dinero, porque no es eso lo más importante. Fácil para ellos decirlo cuando tienen sus cuentas bancarias rebalsando billetes de más cuatro ceros.
Y cuántas otras veces no han pretendido lavarnos el cerebro con eso de que las sociedades cristiano-occidentales son las que mejor representan al mundo civilizado. Con algunos lo han conseguido. Conmigo no. Porque cuando miro la historia y esta me muestra con un dejo de ironía el paso del cristianismo por el mundo, no puedo dejar que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.
A todos los portavoces de la inmaculada civiliación cristiana, como el Opus Dei, las comunidades mormonas o el Ku Klux Klan, o los ignorantónes fanáticos del sur chileno habria que recordarles que en ninguna otra civilización o cultura aparte de la nuestra, ha habido Inquisiciones sangrientas, genocidio de poblaciones enteras como la que sufrieron los aborigenes de América del Sur, ni exterminios colectivos a lo de Hitler, ni empleo de armas de destrucción masiva como la de Hiroshima y Nagasaki. Por poner solamente algunos ejemplos.
Y habria que comenzar por entender entonces que el rol que juegan los estereotipos en nuestra cultura occidental, es muchísimo más grande de lo que nos podriamos imaginar. Porque mientras una visita papal congrega a muchedumbres ruidosas y entusiastas y tal acontecimiento es descrito en nuestra prensa como una asombrosa manifestación de fé; el mismo espectáculo pero en tierras árabes es descrito por esa misma prensa como el histerismo de turbas fanatizadas.
A no dejárse engañar entonces, porque el mundo seguirá siendo redondo aún cuando algunos se empeñen en que sea plano.
0 comentarios