Diálogo caminante
El personal del hotel recogía las mesas ya vacias, preparándo un nuevo escenario. Un inmenso bar movible, redondo y sostenido por un monton de ruedas en su base, fue instalado en medio del bar al aire libre en que se encontraban, mientras gigantescos parlantes se ubicaban estrategicamente por aqui y por allá, a las ordenes de un jóven discjockey que sería la figura principal hasta la cena. Bronceado, rubio y musculoso, se desplazaba agilmente de un lado a otro del local dando instrucciones a viva voz, simulándo estar muy aburrido de lo que hacia cuando, en el fondo, estaba muy orgulloso de su profesión, mas su simulación era parte del pequeño show de su vida.
La joven mujer no le quitaba los ojos de encima y seguía con deseos no ocultos, todos los movimientos que aquél hacia.
-Te gusta? - le preguntó su acompañante ocasional y prendió su segundo cigarrillo del día. No era muy fumador, pero el calor siempre lo incentivaba a fumar más de la cuenta. No sabia el porqué de éste fenómeno, pero tampoco le interesaba saberlo. Solamente estaba conciente del hecho en sí.
- Está buenísimo! Me pregunto porqué estoy sentada contigo perdiéndo mi tiempo - le contestó.
- No tienes más que ir a preguntárle si no se quiere ir contigo. Te aseguro que aceptará de inmediato tu invitación.
- No te pones celoso?
- Oh no! Estoy demasiado viejo para esas manifestaciónes de escolar enamorado
- No harias nada por impedírlo?
-Solamente te aconsejaría que no lo hicieras. Pero la decisión final es siempre tuya.
- Tienes que ser siempre tan engreído!? Pues bien , me marcho ahora mismo!
Se paró de la mesa y haciéndole un desprecio con todo el cuerpo, desapareció agilmente por entre las vacias mesas del bar. Mantuvo su erótica imágen por algunos segundos en la retina de sus ojos y pestañeando un par de veces, volvió rápidamente a la realidad.
Miró las profundidades de su vaso, lo levantó con suavidad y frunciéndo el ceño se lo bebió de un sorbo. Otra vez estaba solo y sin poder evitarlo se hundió en sus pensamientos recordando que un presente sin pasado, tiene poco futuro que ofrecer.
Y como aqui ya no tenia nada más que hacer, se fue caminando entre letras, puntos y comas al cuento de más allá.
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