Algunas reflexiones sobre las elecciones en Francia
Las noticias que la prensa oficial europea presenta sobre un país, dependen en gran medida del gobierno que esa nación tenga. Cuando Nicolas Sarkozy gobernaba Francia, fue este y su aliada alemana la canciller Angela Markel, uno de los más acérrimos en exigirle recortes sociales, planes de ahorro, “paquetes financieros” y otras medidas antipopulares a Grecia, Portugal, y en menor medida a España, como una muestra del poder económico francés y alemán respecto al resto de la Unión Europea. Y durante el periodo de Sarkozy la “prensa oficial” europea nunca cuestionó la política económica francesa, pues la presentaban como una de las más fuertes de Europa.
Hoy día hay un nuevo gobierno en Francia, liderado por el socialdemócrata François Hollande y el tono de la prensa oficial europea ha cambiado radicalmente. Porque mientras el nuevo presidente francés en una de sus primeras declaraciones dejó claro que “Las reducciones económicas (para solucionar la crisis financiera europea) ya no son la única alternativa”, gobernantes y representantes de los grandes medios de comunicaciones han comenzado de inmediato a dudar de la capacidad económica del país galo, y de las alternativas que propone el nuevo presidente, como una manera de estabilizar la estructura económica francesa. “Mantener un bajo índice de la inflación no debe ser el objetivo central para obtener apoyo financiero del Banco Central Europeo”, declaró Hollande y logró crear la primera ruptura con esa institución financiera creada por los ricos de Europa, para exigirle medidas antipopulares a los países más pobres, sobre todo de la Europa del Sur.
En resumidas cuentas, los pronósticos de los medios periodísticos oficiales, y de los distintos gobiernos derechistas de Europa ya están anunciando catástrofes económicas en Francia, como resultado de la derrota del ultraderechista Sarkozy en la elección francesa de ayer. Y han echado a andar una verdadera “mini campaña del terror” que trae a la palestra política recuerdos no muy agradables, que demuestran que la derecha económica mundial reacciona de una misma manera, cuando sus políticas de opresión a sus propios pueblos no se aplican.
Por otro lado, ¿quién estaba enterado por ejemplo, que Francia tiene una deuda publica que corresponde a casi un 90% de su PNB (Producto Nacional Bruto)? Esas cifras tienen que haber existido durante el periodo de Sarkozy también, pues no creo que hayan llegado a esos niveles en tan solo un día. Pero ayer, nadie las nombraba. Hoy día, sin embargo, son noticia principal en todos los suplementos económicos de los grandes periódicos europeos, y otros medios de comunicaciones masivos del viejo continente.
Y no podemos ser tan inocentes como para suponer que el nuevo gobierno de François Hollande, tenga como objetivo central proteger los intereses cada vez más vulnerables de la clase trabajadora europea. En absoluto! Lo que quiero remarcar aquí es si, que en cuanto aparece en la pugna política una pequeña disidencia contra el poderoso capital financiero europeo, intentan sofocarla de la manera más efectiva, usando para eso el omnipotente rol que juegan los grandes medios de comunicaciones para desprestigiarla, criticarla y hacerla abortar.
Saludos desde Estocolmo!
Guillermo Ortiz-Venegas
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