Régimen militar en vez de dictadura. O el cinismo sin fronteras
Con la misma seguridad del ignorante que nada teme pues nada sabe, el gobierno chileno del ultraderechista Piñera proyecta eliminar la palabra “dictadura” de los libros de historia de las escuelas.
Y a pesar que encubren con una retorica leguleya y pseudo- intelectual, el sangriento contenido del periodo del Homosaurio, cualquiera que tenga dos dedos de frente - o incluso menos - entiende la intencionalidad política e ideológica que se esconde tras esta medida encubridora.
El ministro de Educación de Chile, Harald Beyer, confirmó este miércoles que el Gobierno de Sebastián Piñera modificó las bases curriculares de primero a sexto año básico para que los niños, niñas y jóvenes “aprendan” que en ese país no hubo una dictadura sino un “régimen militar”. Beyer, quien fue nombrado la semana pasada en el cargo tras la dimisión de Felipe Buldes dijo a los periodistas que “se usa la (definición) más general, que es régimen militar y no dictadura”.
Negar la esencia de una dictadura al llamarla por su nombre, es renegar de la historia. Pero ya es archiconocido que a la derecha mundial no le interesa aprender de las tragedias provocadas por su obra y gracia, pues eso pondría en cuestionamiento su propia existencia como fuerza ideológica .
Todas las guerras y masacres que USA – líder y baluarte de la derecha mundial - ha llevado a cabo en distintos países del continente y en distintas épocas históricas han sido sin ninguna excepción, caracterizadas como “guerras por la salvación de la democracia”, “para salvar los valores occidentales”, “para garantizar la libertad y la democracia”, para “salvar al mundo del terrorismo” etc, etc. Y todo eso basado en la doctrina de turno: la Doctrina de Seguridad Nacional, la Doctrina preventiva, etc.
Es decir, de la misma manera como la retórica del gobierno de Piñera aspira a desvirtuar un pedazo de la historia de Chile, de esa misma manera USA esconde sus verdaderas intenciones bajo un cumulo de adjetivos que ya a nadie convencen, pero que legitiman sus acciones de rapiña.
Pero lo más sorprendente en la actitud del gobierno ultraderechista chileno, es su similitud con los así llamados “revisionistas históricos”. Estos son un grupo de historiadores que se niegan a ver los hechos históricos concretos, y construyen sus argumentos basadas en fantasías irracionales, para demostrar que el holocausto contra el pueblo judío, nunca existió. Este grupo de fanáticos fue fundado en 1979 por el nazi Willis Carto en California, USA y lleva el nombre de Institute for Historical Review y su único objetivo es “comprobar” que el holocausto es una enorme y gran mentira fabricada por los judíos.
Pero si bien es cierto el gobierno chileno aún no llega a extremismos como negar el terrorismo de Estado instaurado por el Homosaurio, las torturas, los asesinatos políticos, los desaparecidos, el exilio, etc del que fueron victimas cientos de miles de chilenos, no es menos cierto por otro lado que, eliminar la palabra “dictadura” cambiándola por las de “régimen militar”, es un peligroso paso adelante en intentar ofrecerle una cara limpia en la historia de Chile, a una de las dictaduras militares más sangrientas de nuestro continente.
Guillermo Ortiz-Venegas ®
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