Pensando
En la suela de mis zapatos
mal habidos,
tantos kilómetros hechos
a destajo,
persiguiendo la nada,
pensando en el comienzo
en el ocaso.
Enroscándome en la muerte,
en la nostalgia de la garúa,
en la letra imaginaria de algún tango,
en algún amor entreverado,
en el arminio de la luna sumisa,
que se esconde entre las nubes negras,
de las más negras tormentas
de otros tiempos.
Desprolijos botines viejos
te imaginabas estar en tantas guerras,
con otros zapatos mal habidos,
en otros bailes de milonga y canto,
en otros encuentros de bandoneón
y tango.
En otras cargas de lanzas y caballos,
cuando la patria chica pegaba el primer grito
y la libertad era historia de cuchillas.
Fueron promesas, arrebatos,
los dueños de palabras,
y de botas lustradas,
te arrinconaron,
donde se guarda el alma,
y pasaste a ser orgullo,
palabra suelta, protesta,
malevo suelto de las pampas.
Y te hechaste a ser camino,
vagabundo, chirimica, aventurero,
sendero largo al mundo nuevo,
donde cada paso es un comienzo.
La historia anónima de los zapatos
viejos,
el sendero y siempre el horizonte,
la utopía por meta,
la libertad como proyecto de conjunto,
un mundo nuevo de zapatos sin agujeros.
Héctor Díaz
7/11/2010 Comentarios (Visita también:
Reflexiones desde las cloacas)
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