Misceláneas politiqueras

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En sus propósitos populistas de intentar engañar a la comunidad internacional, Obama regaña al estado israelí por su política de asentamientos en territorios ocupados palestinos. Pero a nadie que tenga más de un dedo de frente le cabe la menor duda de que todo eso no es más que un juego para la galeria: EEUU no cesará jamás su apoyo al sionismo colonialista, su principal y más fuerte bastión en el Oriente Medio. Israél constituye una garantia contra la presencia iraní en la zona, ya representada en el Líbano a través del grupo militante islámico Izbollah y también por el grupo Hamas en Gaza, pero también constituye un freno contra la lucha de liberación nacional palestina y la formación de un nuevo estado islámico en la zona. El apoyo al movimiento secular palestino Al-Fatah en Cisjordania, hace parte de esa misma estrategia.
Las intenciones de Obama no son otras que las de presentar una cara ”democrática” hacia el mundo, con el unico objetivo de seguir su tradicional política internacional de agresión y de apoyo a los gobiernos más retrógrados del mundo.

Porque otra es la posición yanqui respecto al golpe de estado en Honduras, otro de los bastiónes norteamericanos, esta vez en latinoamérica.
Mientras la gran mayoria de la comunidad internacional condena el régimen de facto de Michelleti, la ONU y la UE incluidas, la portavoz yanqui Hillary Clinton catalóga los intentos de Zelaya de reasumir su cargo de presidente constitucional electo por el pueblo hondureño como de ”disparatados”. La verdadera razón por la cual la administración de Obama presenta una posición ambigua y poco clara al respecto, seria el supuesto peligro que Zelaya se transformáse en un nuevo Chávez, lo cual constituiría una verdadera pesadilla para la Casa Blanca, el Pentágono y un nuevo pasatiempos para la CIA.

160 millónes de norteamericanos serán vacunados contra la influencia porcina, mientras que en Suecia las autoridades pertinentes ya tienen 18 millónes de vacunas almacenadas para ser usadas en su población. La industria de los fármacos está aullando en gritos de ”hurra” por tal beneplácito que le envió el señor de los cielos, en forma de pandemonio gratis.
Cabria preguntarse si, porqué los barones de las pastillitas salvadoras no desarróllan medios de prevención contra la malaria o la diarréa, afecciónes que provocan millónes de muertes todos los años sobretodo en Africa. Pero la respuesta ya la sabemos: las divisas fuertes que pueden comprar la salúd de algunos de sus miembros son acuñadas en las casas de monedas de la ”sifilisación” occidental y no en Luanda, Botswana o Burkina faso.

Y mientras en el reino de juguete sueco se lleva a cabo el Festival Pride con bombos y platillos, y sus organizadores se enorgullecen que tal evento haya tomado cariz oficial, al mismo tiempo cierran sus puertas con cercos discriminatorios y cobran por visitar la zona en donde está ubicado el centro neurálgico de esta manifestación, hoy día elitista.
Un grave error que es criticado hoy día por los sectóres más concientes dentro del movimiento gay sueco, y que ven en este festival una creciente comercialización, en donde el objetivo central es el vender para obtener ganancias, y no el de informar de manera masiva y al alcance de todos. Suena conocido? Pues claro que si! El neo-liberalismo del capitalismo salváje se cuela por todas las rendijas de la sociedad, deshumanizando sus contenidos.
El movimiento gay deberia aprender de sus propias experiencias, y no discriminar asi como gran parte de la sociedad lo hace con ellos.

Y como una rosa al medio de un bostál se levanta la solidaridad de los pueblos latinoamericános hacia el pueblo hondureño. Y es refrescante ver como Bolivia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Cuba entre otros, cierran filas en torno a la herida República de Honduras para entregarle su apoyo incondicional.
Un grupo esos, de países dispuestos a ir contra la corriente y no permitir que el imperialismo yanqui los prive de su libertad, de su derecho a elegir su propio camino, ni tampoco de su dignidad como nación soberana.
Algo asi como la Catedral de Winchester en medio del mundo del rock.

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