Reflexiones sobre una ventana abierta y sus agudos
(Visita también: Héctor Díaz )
Por la rendija de la ventana,
independientemente de la noche,
el murmullo del viento, conversando
entre graves y agudos, altos y bajos,
el milagro de un hambo-tango,
jazz del Mississipi, con los negros llorando
las notas vivas de una historia larga,
gitanos navegando en su alegría
con un flamenco entre rosas y Federicos.
La humanidad, inagotable ditirambo,
Bacus, la creación, la vid,
escaramuzas de vinos y de besos,
la libertad construyendo sus peldaños,
el culto al sol, el abrazo a la tierra,
amaneceres en la playa silenciosa
se cuelan por la ventana de mi alma.
El subconsciente buscando la nostalgia
en este clima de nórdicos abusos,
el viento se enrosca en las entrañas,
soñando las mariposas de otro tiempo
donde las chicharras tenían sus minutos
y el cardenal era un jardín volando.
Me acuerdo de la foto que no tuve,
en una lejana y solariega tarde,
en blanco y negro de la mano de mi padre
acompañando muchos pies,
en una plaza proletaria.
El viento este de la ventana,
que se cuela despiadado
en los ancestros gastados de mi alma,
juntando va, alas gastadas
plumas que ya no vuelan a la montaña,
con los pies ligeros de mi nieto
que se aproximan a las cimas del mañana.
Héctor Díaz
2009-07-20
0 comentarios