Cuestiones cuestionables
Rwanda, paraíso de periodistas y una espina clavada en la conciencia del mundo. Porqué me acuerdo hoy de ti? No lo sé. O será que mis remordimientos han alcanzado mis pobres años y tengo que pagar la culpa de mi silencio retenido.
Y los dedos se me acalambran, negandose a apretar teclas y mi conciencia llora.
Rwanda, Rwanda El genocidio más grande del mundo despues del cometido por los nazis alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
1994, año en que más de un millón de civiles fueron masacrados a machetazos, golpes de palo y cuchillazos. Año en que miles y miles de mujeres fueron violadas como consecuencia de una politica de estado, conciente y premeditada. Y nunca habia logrado entender tanta crueldad, tanta violencia primitiva y salvaje que motivó a algunos a masacrar a otros. A vecinos, a parientes, a conocidos y desconocidos. El machete rompió cabezas porque la razón perdió terreno y el mundo cerró los ojos ante lo que estaba pasando. Y yo sin entender...
Hoy día, sé que la religión oficial en Rwanda, es la religión católica. Qué más se podria esperar entonces, si a cualquier lugar que llegaron los representantes de la espada y la cruz, no construyeron sino odios, prejuicios e intolerancia. Mussolini, Franco, Hitler, el Homosaurio y todos los presidentes yanquis son los mejores representantes de la tortura cristiana que ha sufrido y sufre nuestro pobre mundo.
Hoy día estoy triste. Perdón Rwanda! Perdón porque nadie reccionó cuando masacraban a tu pueblo inocente. Perdón, si es que mi lamento de excusas algo sirve. Aunque sé muy bien que la muerte determinada por el poder es inapelable y no tiene remordimientos.
La mitad de un billete azul de veinte coronas suecas me mira desde su deformación arrugada y me pregunto con curiosidad veridica quien lo habrá quebrantado. A lo mejor es el poder político del que se aprovechan los revanchistas para ocultar sus propias culpas, me digo y apago el computador para irme a soñar. Pues aparte de eso poco me queda por hacer, porque hasta mi retrete se niega a funcionar lo cual me obliga a orinar en el jardin bien cuidado de mis comodidades actuales.
No se olviden nunca que el mundo es redondo y no cuadrado!
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