Tatiana
O inspiración furtíva en noches de insomnio Tatiana, llora tu río de animal corrido, extramuros, fronteras exilios prolongados, recuerdos agotados, y nostalgias perdidas de aquel niño que un día, dejamos olvidado. Yo no sé de tu pelo, de tu luna corrida, de tu calle extraviada, de tu mutismo ido. Tus derrotas y encuentros, tus alientos sufridos, tus occios constructivos, tus bostezos, tus noches pies descalzos y olvidos. Y no sé de tu vino, ni la cólera roja de tus ojos heridos, ni el daño de la ausencia, de esa flor perseguida cajita de los sueños que tuvimos un día. Solo sé que tu viaje, se inscrustó en rebeldías, el proyecto que fuímos transformado en mentiras, y mentiras que apuntan al amor en la vida. Sueño, amo, pienso, escribo y admiro tu soledad el poeta y su desgracia que crea su libertad Te comprendo, y me comprendo, me contento de tu ser. cuento onírico del bípedo que busca un amanecer, de la vida que debiera ser como ahora no es. Habrá que matar al hombre, y matar a la mujer, creando la vida nueva, utopía por nacer. Tu rebeldía y locura, no la dejes fenecer es libertad la que trepa en tu formas de mujer. Mientras se quejen tus manos, mientras protesten tus pies, hay esperanza en el mundo de que podamos crecer. Héctor Díaz 18 de Julio del 2007
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