Vacios cráneos reaccionarios

Un grupo considerable de políticos de la derecha sueca, pretende ponerle trabas a una proposición que ya se está discutiendo en el parlamento de legalizar el matrimonio entre parejas de un mismo sexo. Los reaccionarios derechistas quieren en pocas palabras, prohibir esa forma de convivencia humana. Y los "principios" en los cuales se basan son ya no solamente religiosos - porque afortunadamente a muy pocos le interesa esa forma primitiva de ver el mundo en este país - sino que ahora, y cuando algo tarde se percataron que asi era el caso, también de "argumentos" biológicos. Pero en buenas cuentas, la misma vieja idea de la institución matrimonial como algo por sobre la voluntad propia de los seres humanos. En este caso, la "idea renovada" es que el matrimonio está basádo en leyes biológicas que apuntan a la reproducción de la especie, y no solamente que la unión entre un hombre y una mujer es sagráda y toda esa verborrea baráta. Pero lo que estos lobos vestidos de ovejas no pueden o no quieren entender, es que lo que se intenta con la proposición que se discute actualmente en el Parlamento, apunta a ofrecerle a todos los ciudadanos del reino las mismas posibilidades, sin excluir o discriminar a nadie. Pero claro, acostumbrados como estan los sirvientes del Poder, a discriminar al 90% o más de la población con el objetivo sagrado de salvaguardar sus propios privilegios, seria raro si reaccionaran de otra manera. 

Porqué en cambio no aunar fuerzas y energias para prohibir la pobreza, la injusticia social y económica, la discriminación de la mujer, o los golpes de estado, por ejemplo? Y no es que me interesen demasiado las leyes que regulan el matrimonio entre un hombre y una mujer. O entre una mujer y una mujer. O entre  un hombre y un hombre, porque al fin de cuenta lo único que debe regir en ese contexto es el principio de respeto, tolerancia y de amor entre las parejas que determinan vivir juntos. Independientemente de cual sea su sexo.

Los reaccionarios suecos deberian aprender de España, cuyo Parlamento en junio del año pasado, aprobó la ley que legaliza el matrimonio entre homosexuales.  Que viva España, jodé!

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