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reflexiónes desde las cloacas

Observar sin pensar

Observar sin pensar

 

 Uno de mis pacientes me hechó un par de puteádas, se dió vuelta en su cama y no despertó nunca más. Qué si murió? Si. Y además lo hizo a la antigua. Es decir con los ojos cerrados y el corazón quieto. Me llenó de orgullo de todas maneras, que sus ultimos pensamientos en vida hayan sido para mi. En qué estará pensando ahora, es harina de otro costal.

Por falta de una política concreta que aglutine a todo el pueblo palestino en contra la ocupación permanente  israeli, los grupos Hamas y Al-Fatah se estan matándo entre si, en vez de dedicarse a combatir a sus colonizadores. Hmm… Malo, muy malo!

A este fenómeno, Sigmund Freud lo bautizó como el ”Desplazamiento” y hace parte de lo que él - dentro de la sicología - llamó los mecanismos de defénsa. Y en este caso no seria más que la redirección de un impulso a otro blanco que lo sustituya. Por ejemplo, alguien que odia a su madre puede reprimir ese odio, pero lo desvía hacia, digamos, las mujeres en general.

Un hombre frustrado por sus superiores puede llegar a casa y empezar a pegar al perro o a sus hijos o establecer discusiones acaloradas. Me siguen la idea? Según esa teoria, los palestinos se estarian matándo entre ellos producto de la frustración que sienten, por no poder hacer frente a la brutal política de ocupación hebréa.

No será acaso hilar muy fino? En una de esas los caudillos palestinos “desplazan” sus frustraciones hacia mi, y el muerto del día no solo seria uno de mis pacientes, sino además también yo.

  

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