Sharon a muerto. ¡Viva la vida y la lucha del pueblo palestino!
En Sabra y Shatila, nadie llora por la muerte de Ariel Sharon.
El sábado recién pasado, 11 de enero del 2014, dio vuelta por el mundo la noticia de la muerte del ex primer ministro israelí. El actual ministro de Asuntos Exteriores sueco Carl Bildt, ultrareaccionario y apologista del neoliberalismo asesino, y miembro del derechista partido los Moderados, se apresuró a hacer una declaración en su cuenta Twitter, describiendo a Sharon como un “gran líder”, un “brillante militar”, el que, según sus propias palabras “entendió la necesidad de la paz”. La declaración del reaccionario y pro-sionista Carl Bildt, fue ardientemente criticada tanto a nivel nacional como internacional.
Durante la guerra del Libano en 1982, era Sharon comandante en jefe de las fuerzas militares israelitas, las que en ese entonces controlaban todas las zonas que circundaban los campos de refugiados palestinos del Libano. Entre el 16 y el 17 de septiembre de ese mismo año, las autoridades militares israelitas permitieron la entrada a los campos de refugiados de Sabra y Shatila, de fuerzas armadas cristiano-falangistas libanesas. En aproximadamente 36 horas, entre 700 y 3 000 palestinos – en su gran mayoría mujeres, ancianos y niños - fueron despiadadamente asesinados. Poco después de esa masacre, el estado israelí nombró a la comisión Kahan para que investigase los hechos. Dicha comisión llegó a la conclusión que Ariel Sharon, a la sazón ministro de Defensa de Israél, tuvo una responsabilidad personal en dicha masacre. Esto condujo a su salida como ministro, decisión a la cual fue obligado a tomar. Mi pregunta inmediata es, ¿es a esto lo que Bildt llama “brillante”?
Y la afirmación aquella de que Sharon “entendió la necesidad de la paz” es rebatible y se puede cuestionar sin muchas dificultades. Durante el otoño del año 2 000, realizó Sharon una ya famosa y provocadora visita - junto a un grupo de policías armados hasta los dientes – al llamado Monte del Templo para los judíos y como Explanada de las Mezquitas para los musulmanes, en Jerusalén, lugar que estos últimos consideran como el tercer lugar sagrado del islamismo. En esta “visita”, Sharon declaró que a partir de ese día el Monte del Templo estaría bajo control de las fuerzas armadas israelíes, lo que desató lo que se conoció como la Segunda Intifada, en los terrenos ocupados palestinos. En esa lucha perdieron la vida más de 6 000 palestinos y cerca de 1 000 israelitas.
El ultrareaccionario Bildt describe a Sharon como “un gran líder”. En Israél le llamaban el “Bulldozern”, por su enajenada política nacionalista, mientras que los palestinos lo llamaban “el carnicero”. Entre otros crímenes, Sharon puede apuntarse también el de haber incrementado las ocupaciones ilegales tanto en Cisjordania como en la zona de las Alturas del Golan. Y fue durante su mandato como Primer Ministro que se tomó la decisión de construir el muro que atraviesa todo el territorio palestino, que diariamente es utilizado para controlar y humillar al pueblo palestino. Este muro, más conocido como “el Muro de la Vergüenza”, es además un claro atentado contra los Derechos Humanos. ¡Y es a este obscuro personaje al cual Bildt califica de héroe!
En Sabra y Shatila, en Cisjordania, en Gaza y en la memoria de todos y cada uno de los palestinos que han sido obligados a dejar sus hogares, o que han perdido a familiares asesinados por las fuerzas de ocupaciones sionistas, no hay palabras de homenaje para Sharon sino el clamor de que algún día podrán llevar sus penas y sufrimientos ante tribunales internacionales para condenar a los culpables de todas las masacres y asesinatos a sangre fría de los que han sido victimas, por parte de los que hoy día ocupan sus territorios milenarios.
Sharon eludió la justicia durante toda su vida, pero la condena que sufrirá por parte de generaciones futuras, caerá con fuerza sobre la imagen de este siniestro maestro de la muerte y de la destrucción. Y esto a pesar de los intentos que hace el ultraderechista Carl Bildt de mostrarlo como un héroe.
¡La Humanidad consciente nunca olvidará Sabra y Shatila! ¡Viva la vida y la lucha del pueblo palestino!
Guillermo Ortiz-Venegas ®
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