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reflexiónes desde las cloacas

Novedad en Suecia: todo sigue igual

Novedad en Suecia: todo sigue igual

(Visita también: Azkintuwe. Periódico mapuche)


En una muestra de fotos, un fotógrafo de uno de los periódicos más prestigiosos de Suecia, presenta un día de ”trabájo” del rey, el parásito número uno del reino.
En una ceremonia de entrega de premio a los mejores productores de leche, se ve al reyecito de juguete dándolo un delicádo apretón de manos a algo asi como cincuenta lecheros. Un trabájo verdaderamente agotador, no les parece? Ahora si este chupóptero paga por la leche que él y el resto del parasitismo reál consume a diario, no está documentado en esa muestra y tal vez no sea de interés, puesto que un parásito siempre es un parásito.

Y cercános ya a las elecciónes parlamentarias que el próximo año decidiran quién o quiénes seguiran conduciendo la carroza fúnebre que está sepultándo al sistema de bienestar sueco, locos y locuelos, populistas y extremistas de derecha se han lanzado a la cíclica campaña que siempre está presente ante las elecciones suecas, de sacar al tapéte la cuestión de la inmigración, que según todos y cada uno de estos nefástos personajes, es un asunto de vital interés para el desarróllo de la nación escandinava.

El partido de derecha Los Moderados, a través de tres de sus payásos ha propuesto una medida que, según ellos, ayudaría a mejorar la fracasada política de integración e inmigración sueca.
Y una de esas “medidas” seria la posibilidad concreta de quitárle a los nacionalizados que no se comporten bien, su ciudadania sueca. Fantástico! Y en qué podria eso ayudar a mejorar la política de inmigración sueca? cabria preguntárse, pero esa duda no la pueden responder ni siquiera ellos mismos, sino son simples disparos populistas para “aglutinar” a todos los xenofóbicos que odian la política multicultural sueca. Más cercano al nazismo que esto, no se puede llegar sin temor a ser condenádo por lo mismo.

Y la municipalidad de la sureña ciudad de Malmö, tomó la decisión de permitir el partido de tenis de la Copa Davis entre Suecia e Israél pero con gradas vacías, es decir sin público.
Un decisión digna de respetar, pero yo, como muchos otros, hubiésemos preferido que ese partido no se lleváse a cabo como parte de un boicot general al estado de Israél, por sus crímenes de lesa humanidad cometidos contra la población civíl de Gaza.
”No hay que mezclar la política en el deporte!”, gritan a toda voz los reaccionarios y proisraelitas de toda clase y especie. Y porqué no!?, pregunta Pelle con algo de asombro, agregando tan sabio como siempre cada vez que está algo bebido, como si el deporte y los deportistas fuesen un estanco totalmente separado del resto de la sociedad.

Y la nieve sigue cayéndo y en general se puede decir que todo sigue igual bajo el frio cielo de la Madre Svea.

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