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reflexiónes desde las cloacas

Moral y ética oportunista

Moral y ética oportunista

(Visita también: Héctor Díaz )


La sociedad capitalista actual, o cualquier otra, debe sustentar de ”valores jurídicos y éticos” para poder seguir desarrollándo su infraestructura de dominación económica, además de proveerse de una superestructura ideológica que justifique y legitime todas sus acciónes o medidas en su propio beneficio.
Pero también precisa de justificativos morales para desviar la atención de ciertos fenómenos sociales – y sobretodo económicos – que nacen y crecen desde la miseria estructural en que se encuentra estancada la gran mayoria de la población mundial.

A menudo se pueden leér en la prensa oficial alarmantes artículos y ver documentales televisivos sobre la situación en que se encuentran millónes de niños, obligados a trabajár desde temprana edad, o sobre la caza ilegál de animales en estado de extinción.

Por supuesto que es lamentáble que esto suceda, y que millónes y millónes de niños, incluso de muy corta edad, no tengan la posibilidad de disfrutar de una infancia digna, con un sistema de salud y escolar que les permita un progresivo paso hacia la adolescencia y a la vida laboral de adulto.
Sin embargo, la pregunta algo cínica pero necesaria de estipular es, quién lamenta esta situación? Son los propios niños afectados? Sus padres? Tú? Yo? O europeos algo inquietos por su pasividad y remordimientos ante los grandes problemas económicos del mundo, los cuáles - desde la seguridad y protección que les ofrece la sociedad de bienestar en que viven desde que nacen hasta que mueren - pareciera que no tuvieran otra cosa que hacer sino “condenar” a otros, sin el más mínimo dejo de autocrítica.

Una familia pobre de un país pobre tiene pocas posibilidades de sobrevivir de manera más o menos digna. Y una de las pocas alternativas que tienen de hacerlo, es permitir que sus hijos menores de edád trabájen para ayudar a la subsistencia familiar. Otra de las posibilidades con que cuentan, es la delincuencia o la prostitución infantil, fomentada y no pocas veces también financiada, por europeos que se aprovechan de esos niños para satisfacer sus propias ”necesidades sexuáles”. Cuál de estas alternativas es peor!?

La caza ilegál de animales en estado de extinción, por otro lado, sucede sobretodo en Africa, el continente más pobre de la geografía mundial, condición a la cual ha sido llevado por la feróz colonización y esclavismo europeos que ha sufrido a travéz de toda su historia.

Y es fácil de deducir entonces que quiénes llevan a cabo esta cacería ilegal, son precisamente los más pobres de esos países los que, por migájas, arriesgan su libertad y también sus vidas cada vez que llevan a cabo tal actividad, mientras que los negociantes que profitan del comercio de esas especies en extinción, ganan miles y miles de dólares sin tener que levantar ni un dedo, ni arriesgar nada.

Si se quiere ”criticar” esa actividad o el trabájo infantil, hay que necesariamente comenzar por entender que esto no lo hacen porque son “cruéles, inconcientes, criminales, etc” sino porque estan obligados por el sistema económico neoliberal actuál, en donde el dinero es su símbolo más egoista, necesario para vivir.

Los responsables de esta situación entonces no son los pobres diablos sucios, desdentádos y de piel morena de los países más pobres, sino los blancos, ricos, bien alimentados y brutales capitalistas europeos o yanquis.
Porque, respondan sinceramente a esta pregunta: no haria cualquiera, cualquier cosa por salvar a su familia de la miseria y el hambre?

Moralizar y condenar es muy fácil. Todo lo que se necesita son unas cuantas frases y ya está! Y hacerlo sin empatia o conocimiento de la realidad que se vive afuera de los patios bien cuidados de esos “críticos”, no es más que retórica vacía y cínica. Algo asi como asesinar a alquien, para luego correr a confesárse a la iglesia más cercána para obtener el perdón y la absolución otorgádos por otro de los pilares del capitalismo actuál; la religión enajenánte.

El capitalismo no puede ser la solución a ningúna crísis que el mismo genéra, puesto que lleva en su núcleo la semilla del individualismo egoista, de la ganancia como piedra de toque fundamental de la sociedad, de la acumulación del capital en manos de unos cuántos y de la opresión como único medio político de gobernar.

O para citar a Héctor Díaz, un gran poéta uruguayo del exilio en Suecia.
”Lo que deberíamos pensar es que siempre estuvimos en crisis y no sola económica. La sociedad de clases, de estamentos, de pobres y ricos, de fronteras, y de todas las formas primitivas de mitos falsamente transformados en religiónes, para el mantenimiento del dominio de unos pocos sobre unos muchos.”

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