Blogia
reflexiónes desde las cloacas

Vida a la deriva

Vida a la deriva

Te echaría a perder con demasiadas conversaciones, bien conversado todo sobre el arcoiris de una copa de vino y el humo suave de unos cigarros.

 

Pienso: nuestra fragilidad. Somos tan frágiles, tan soberbiamente frágiles como una vela encendida en medio de la tempestad, o quizas una gota de lluvia sobre el universo del océano. Nos diluimos constante sobre el racimo de nuestra piel, vamos en un barco y vamos solos, pequeños semáforos se divisan a lo lejos, atracamos en puerto, y luego de nuevo a la deriva, solos como llegamos a este mundo, solos hemos de partir a surcar nuevos cielos.

 

Creo: en vivir cada segundo intensamente como si fuera el último, olvidar el pan de mañana, y ser felices en este momento con quienes nos ha tocado compartir la milesima parte de esta vida que nunca es como queremos. La vida calza en nosotros, pero nosotros no calzamos en la vida. 

Digo: estoy cansada, pero tengo intención de despertar mañana junto al trinar de las últimas estrellas. Quiero decantar, reposar y mirar las flores crecer hasta  que llegue el otoño y me deshoje y me desprenda libremente de todo lo que he construído como meta. 

Una prima agoniza, es mi espejo, siempre juntas por caminos diferentes, siempre juntas. Estoy bien,  solo que pienso en la muerte, no en la mía, en el dolor al cual nunca nos han enseñado a enfrentar. Disuelvo mi dolor, me quedo con la respuesta del universo hacia donde ella se prepara para caminar.   

Cumplió! Dos hijas grandes, pero le faltaron los nietos, le faltó envejecer un poco más junto a su esposo. Le faltó continuar conversando conmigo aquellos temas cómplices.Le faltó continuar peleando como niña con sus hermanos. Le faltó seguir defendiéndome. Le faltó ver a sus hijas en el altar, pero todo está bien. Vivió demasiado rápido! 

Silvia Rodriguez

PROFETA DE BARES   


Comentarios

0 comentarios