El capitalismo salvaje y globalizador ha desatado su ataque. Sus principales victimas hoy, son Grecia y España.

Más horas de trabajo, rebaja de salarios, aumento de edad para la jubilación, garantías para que los patrones puedan despedir a trabajadores sin problemas, menos inversión estatal en la salud y la educación, privatización de todos los servicios sociales de los cuales el estado debería responder, represión policial a todo nivel, empobrecimiento consciente de la población laboral para obtener así un ejercito de desocupados, son parte del macabro plan de la Troika (Banco Europeo, Unión Europea y Fondo Monetario Internacional), para satisfacer los planes del capitalismo de enriquecerse cada vez más sin importarles ni un ápice, el sufrimiento de millones y millones que son tirados a la miseria. Grecia y España, son los primeros en la lista.

Pero las luchas del pueblo griego en las calles, se diferencia notablemente de las que lleva a cabo el pueblo español. Y esas disimilitudes, son radicales.

Me he dedicado a observar fotos de las protestas en esos dos países, y he visto con algo de extrañeza – debo confesar – que mientras las manifestaciones en España son masivas y pacificas, no lo son en Grecia. Las multitudes que protestan en España pareciera que quisiera suplir la agresividad con la cantidad. En Grecia en cambio, pareciera ser exactamente lo contrario: pequeños grupos combativos en las calles, se enfrentan directamente con la policía griega.

Y mientras los manifestantes españoles pareciera que tratan convencer a “su policía” que no repriman, los griegos optan por la lucha directa. La respuesta a esta dualidad se podría encontrar en la historia. Porque ambas naciones tuvieron dictadores. Pero la duración de esas tiranías es algo de remarcar.

España vivió una de las dictaduras más grandes de la historia moderna – 37 años - con Francisco Franco como su representante directo. Personaje éste de doctrinas poco claras, pero con la sola idea de construir en España un estado catolicista en donde la Iglesia tuviese un rol fundamental. Admirador del fascismo de Mussolini,  y del nazismo de Hitler antes, durante y después de terminada la Segunda Guerra Mundial, Franco patentó el “franquismo”, concepto que se asociaba más con la Edad Media y la Inquisición que con ideas de un estado moderno del siglo XX. Hay que hacer notar además que España fue “neutral” durante toda esa guerra , y nunca fue invadida por el ejercito nazi. Franco murió en 1975, y su deceso dio paso a la llamada “transición a la democracia”.

Grecia, por otro lado, fue un país ocupado por la Alemania nazi, durante la Segunda Guerra Mundial. Pero la activa acción de los “partisanos” (guerrilleros), inspirados en la resistencia italiana, le hizo muy difícil la vida al ejercito nazi de ocupación. La influencia marxista dentro de esos grupos fue notoria.

Una vez terminada esa conflagración mundial, la paz de la postguerra duró hasta 1967, año en que “la Dictadura de los Coroneles” con Georgios Papadopoulos a la cabeza, asumió el poder en Grecia para reprimir al “comunismo internacional” como parte de la Guerra Fría, que llevó adelante USA en su lucha contra la URSS. Esa dictadura duró hasta 1974.

Pareciera entonces, que históricamente, el pueblo español es más temeroso que el griego, cuando se trata de responder a la represión oficial. No debemos olvidar tampoco que en 1981 un general español – Antonio Tejero - intentó dar un Golpe de Estado sin lograrlo, a solo cinco años de la “transición de dictadura a la democracia”. 37 años de represión son más que 7. Y esa diferencia de treinta años en la historia de esos dos pueblos, ha dejado su huella. Porque mientras los indignados españoles parecieran confiar en la protesta pacifica tipo Ghandi, los griegos hacen exactamente lo contrario, eligiendo la confrontación directa con las fuerzas represivas, representantes y defensoras del estado capitalista abusador.

Les ofrezco más abajo una sucesión de fotos, que muestran claramente la diferencia en las luchas contra el capitalismo de esos dos pueblos. Las fotos han sido elegidas para reafirmar este enunciado. Pero si quieren, busquen ustedes mismos fotos de esa diferencia en Internet, y saquen sus propias conclusiones.