La verdad tiene siempre dos caras
La necesidad tiene cara de heréje, me dijo Pelle con algo de culpa en el tono de su voz, cuando lo encontré en una calle central de Estocolmo, en la dura tarea de engullir una hamburguesa pre-navideña. Andaba en compras de regalos, me dijo, y esa actividad estimula mis jugos gástricos. Es algo asi como el reflejo de Pavlov, agregó tratando de bromear pero no logró estimular ni mis propios jugos gástricos, ni menos mi humor.
Y se me vino a la memoria que, a pesar que según el ranking que cada año lleva a cabo la organización Gender Gap Index, es Suecia el país más igualitario en lo que respecta a la situación del hombre y la mujer, todavia hay muchas desigualdades.
En la ciudad de Halland, cuatro policias femeninas fueron obligadas a cambiar sus funciones normales porque quedaron embarazadas. Lo cual en si no seria nada inadecuado sino fuese por el hecho de que, sus horarios de trabajos son ahora más largos, pero siguen recibiendo el mismo salario anterior.
Y si las cosas estan asi en el paraíso sueco, a mi personalmente me da lo mismo si Pelle se hecha al vientre un par de hamburguesas yanquis o un sushi japonés o unos cuantos kebab orientales, cuando sale a comprar para contribuir a la tradición cristiana navideña de consumir en forma histérica, sin otro sentido que el demostrarle a sus vecinos que está en condiciones de hacerlo.
Yo personalmente, prefiero un buen plato de cochayuyo con papas cocidas y un diciembre sin navidades que celebrar.
Y a las policias femeninas suecas, les recomendaria que lo piensen dos veces antes de hecharse un buen polvo sin condón.
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