Alocuciones
Recuerdos de Berlin llegan a mi memoria y una lejána amante hace nuevamente su aparición en mi vida aun cuando su presencia ya no estimula mi libido. Se fue una noche de verano y el signo de interrogación que dejó clavado como estigma en la entrada de una estación del antiguo metro berlinés, aparece con nitidez alucinante.
El concierto de rock tras el cual hicimos el amor en complicadas piruetas de juventud desinhibida, me llena de nostálgia aunque ya no estimula mi pasión. Tendidos sobre el pasto humedo de rocío y sudores, metió su mano entre mi pelo y me susurró al oido que si nos apurabamos, aun teniamos tiempo de ver el final del concierto y alli me di cuenta que todo estaba perdido. Qué bonita boca tienes! alcancé a decirle mas su sabor ya estaba lejáno. Pero Berlin era mio y yo era de él.
Y en una vivencia cercána a mi juventud, alguien le introdujo a un asno una pipa de marihuana en sus fosas nasales. Y cuando el animal recibió ese humo alucinanate en sus pulmones horizontales, relinchó un poco, levantó las orejas y se desplomó. Y asi de tumbo en tumbo, vamos haciendole frente a la puta vida. Y el día del juicio inicial, los dioses del olimpo maldijeron al internet por hacer del amor algo virtual y no real.
Y me pregunto con sorpresa si un conflicto sin contrarios tiene alguna razón de ser.
Porque sin contradicción la dialéctica no cumple ninguna función, digo didactico y me voy al bar del turco de la esquina, a maldecir la filosofia por ser tan extraña a mi manera de pensar.
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