Hoy es un nuevo día...
Y lo primero que debo hacer es despertár, digo mientras duermo. A lo mejor algo sucederá que cambie la tediosa rutina de días sin motivo. Lo segundo será lavárme los dientes para sacárme el gusto de la noche, agrego y tirando la sábana voy al retrete a vaciar la vejiga y también las tripas. Y mientras pujo, pienso en Bush. En una de esas lo veo salir por el desagüe junto a mis excrementos. Seria un alivio!
Y mientras preparo un cafecito con azúcar, me entero con algo de orgullo estúpido que el nuevo director de la orquesta sinfónica de Gotemburgo es Gustavo Dudamel un jóven venezolano. Yo no soy venezolano. Incluso más! Ya no sé ni lo que soy.
Y también que el Festival de Cannes cumple 60 años de existencia entre sol, sexo y celuloide. Que qué importancia tiene? Tal vez ningúna, pero como esto no es más que una constatación sin pretensiones valga entonces el anuncio que además es gratis. Asi como los condónes que regalan en los veranos. Me pregunto con curiosidad si también reparten preservativos en Malta. O en Bosnia-Hercegovina. Aunque lo mejor seria tal vez que lo hicieran en la India. O en la China socialcapitalista.
Y Real Madrid logró dar vuelta un 1 - 3 en un 4 - 3. Nada de malo para los millonarios del Madrid, pienso. Y concluyo que la luna era mi tierra, pues nunca aprendí a darle a la de cuero con la habilidad necesaria como para ganárme la vida en eso. En fin. A lo único que le doy hoy día son a los huévos de mi jefe que - a propósito de esferas de cuero - ya me tiene hasta las pelotas con sus reuniones sin mucho sentido.
Y para finalizar, peinaré mi pelo, untaré con desodoránte mis axilas, me vestiré con ropas antiguas, y lleno de confianza en mi futuro más cercáno (o sea, un par de horas hacia la noche entrante) me sentaré a esperar que un día más muera de la misma manera en que nació, sin que yo lo pueda evitar.
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